El Mudo Saborido no era un guapo, pero todavía le temblaba la daga caliente y ensangrentada en su mano izquierda. Seguía tambaleante y recostado sobre la pared limpia y elegante del edificio de oficinas de Alhambra Circle cuando las notas de Milonga Sentimental todavía le atravesaban sus entrañas más profundas...
Milonga pa´ recordarte,
milonga sentimental
Y no era la clásica versión gardeliana con las guitarras del Barba Barbieri y de Domingo Vivas la que lo había perdido..... Si no ésta, en una forma nueva para él, no tan sutil ni suave, que nunca había escuchado, pero que irrefrenablemente lo había llevado de golpe y sin escalas a la vera de esta tragedia...
Su vista ya se nublaba cuando detrás de las luces azules del ulular policial y de los curiosos agolpados sobre de las cintas amarillas, las imágenes del arroyo Cildáñez empezaron a invadirlo y los olores de la sangre fresca del matadero le penetraron la nariz, ahora sangrante, al tiempo que su mano dolorida por la emoción deja caer el estilete que pega de plano sobre la vereda de cemento...
Ya atardecía sobre Coral Gables…
Él sabía que ella no era para él, los jilgueros que de tanto en tanto lo acompañaban en sus viajes de resero se lo habían prevenido, también comprendió el mensaje de aquella noche cuando la luz mala se le cruzó en el mismo momento en que los insondables ojos grises de la Sofía le empezaban a consumir el alma, pero a él no le importó y prefirió seguir adelante.
La Sofía era una uruguayita dulce de la banda del Carmelo que trabajaba detrás del mostrador sucio de la carnicería de Don Salaberry, y el pago bien recuerda cuando ella con una sonrisa distraída e indiferente lo mira para preguntarle lo usual y es cuando Saborido no puede responder, y no soportando más se queda sin habla, simplemente de puro amor.
Y no fue esto un eufemismo, sino que se quedó definitivamente y para siempre mudo. Miserable el destino para condenar así a un ser sensible. ¿Que otra manera más genuina de amar podríamos encontrar?
Pero Saborido, a pesar de su mudez, había sabido enamorar a la Sofía, tan solo con esa mirada profunda que llevaba la misma calma de la pampa que recorría… y que a ella la transportaba hacia el otro lado del río interminable en el más atemporal de los viajes. Pero cuando Saborido rasgaba su guitarra era cuando ella se preguntaba si la vida hubiera tenido algún sentido sin él.
Pero ahora él estaba aquí, con su daga desafiante frente al Zoilo Pereyra, su viejo conocido…listo para este duelo, que no era uno a primera sangre precisamente...
¿Pero como fue que sucedió todo?
El Zoilo Pereyra, otro marginado, era un compadrito de la capital no tan distante que se había acercado hasta los Corrales Nuevos, ese punto de unión entre la ciudad y el campo, con su andar diferente y dibujando sobre el piso de tierra los mismos ochos de las contiendas bravas a cuchillo, con ese mismo paso de salida atrás para esquivar el puntazo tripero y el de a un costado cuando tenía que envainar ese mismo cuchillo en las entrañas de su contendiente...
Las gentes luego llamarían tango a algo tan parecido, apasionado y sentido...
La fuerza de la ventura quiso que el Zoilo Pereyra se encontrara solo una vez con la indescifrable presencia de la Sofía, para desearla con todo su corazón, para imaginársela recorriendo de su brazo la Calle De Las Artes, para saberla tan profundamente suya y pensar que morir por ella sería lo mas lindo de su borrascosa vida de malevo.
La Sofía no le fue esquiva y la trapera traición se consuma justo ahí a la vera del arroyo ensangrentado, haciendo que de golpe el cielo se llene de pena y de sombras.... si hasta los cacuis enmudecieron al ver tanto horror...
El consabido “aca uno de los dos está de más” se escuchó seco cuando el sol quería adormecerse sobre el Camino De Los Corrales, que los iba ver batirse en un duelo desigual...
Saborido comprendió lo que la existencia le estaba poniendo enfrente, y agarrando su cuchillo fino envuelve el poncho en su mano libre, listo para el lance. La Milonga Sentimental de Otros Aires le retumbaba en su cabeza cuando los primeros visteos empezaban a lastimar el aire....
Es fácil pegar un tajo
pa´ cobrar una traición,
o jugar con una daga
la suerte de una pasión.
Saborido no pudo ni supo esquivar ese último puntazo tripero que le llevaría su vida justo cuando la Sofía en un último gesto de amor se abalanza sobre él para contenerlo con toda su alma… y también para recibir la estocada redentora de Saborido que se anida en su dolorido corazón atestado de culpa... para tal vez encontrar ese perdón que tanto había buscado.
El moribundo Saborido se lleva a la Sofía con él para que nadie nunca pudiera compartirla, sin arrepentimientos y tomando para sí la nada noble venganza que el destino le deja en sus manos... entonces ahí le pudo decir por primera vez con palabras tan sentidas que la amaba con toda su alma. La Sofía ya se le moria entre sus brazos...
Pero no es fácil cortarse
los tientos de un metejón,
cuando están bien amarrados
al palo del corazón.
los tientos de un metejón,
cuando están bien amarrados
al palo del corazón.
Y él... tirado a sus pies.... y jadeando desaforadamente las últimas bocanadas del aire de Coral Gables, se pregunta...
¿Pero como fue?... ¿Y quienes son todas esas personas que hablan de una manera incomprensible?... siendo estos los últimos pensamientos que acompañaron a Saborido.
La vida también se ocupó de perfeccionar la venganza cuando el calvo oficial de la Crime Scene Investigation no pudo entender el porqué de estas personas extrañas... muertas en su precinto justo el día de su cumpleaños, sin identificaciones y sin que su computadora descifrara de dónde eran o venían...
Entonces el destino, esta vez sabio, deja allá en las antípodas del tiempo y del espacio a quien osó robar un amor tan puro.... El Zoilo Pereyra ya no la podría ver nunca más...
Milonga que hizo tu ausencia,
milonga de evocación.
Milonga para que nunca
la canten en tu balcón.
Y así la ciudad cobijante de la Villa Vizcaya,
se convierte en un impávido testigo de este póstumo acto de justicia....
© Luigi Seta
Créditos de Fotos:
Cielo Turbio, Luigi Seta
Compadrito, Tangoyfilo
La Sofía, Desmotivaciones.es
Compadrito, Tangoyfilo
La Sofía, Desmotivaciones.es
Villa Vizcaya de Noche, Alex Feldestein
Nota del Autor:
La milonga es un género musical folclórico rioplatense típico de Argentina y Uruguay, y en menor medida de Río Grande del Sur. El género proviene de la cultura gauchesca y se presenta en dos modalidades, la milonga campera, pampeana o surera (perteneciente a la llamada música surera o sureña), la cual es la forma original de la milonga; y la milonga ciudadana, forma tardía creada en 1931 por Sebastián Piana con "Milonga Sentimental".
La milonga es un género musical folclórico rioplatense típico de Argentina y Uruguay, y en menor medida de Río Grande del Sur. El género proviene de la cultura gauchesca y se presenta en dos modalidades, la milonga campera, pampeana o surera (perteneciente a la llamada música surera o sureña), la cual es la forma original de la milonga; y la milonga ciudadana, forma tardía creada en 1931 por Sebastián Piana con "Milonga Sentimental".
Generalmente se coincide en que los arrabales fueron el punto de fusión entre los habitantes del campo que traían el ganado y los de la incipiente ciudad que crecía al ritmo de la inmigración, siendo uno de los orígnes del tango.
Nadie como Piana y Manzi supieron recrear esto como en Milonga Sentimental, reinterpretando con pinceladas geniales y audaces este sincretismo.
El Mudo Saborido y el Zoilo Pereyra seguro compartieron muchas payadas y fogones antes de perderse (y perder ambos) a la Sofia de sus sueños...
Milonga Sentimental
Milonga - 1931
Música: Sebastián Piana
Letra: Homero Manzi
Versión Enero 23 1933 - Buenos Aires - Odeon 18874 7329
Canta Carlos Gardel Guitarras de Barbieri, Pettorossi, Riverol y Vivas
Versión de Otros Aires - Buenos Aires - 2006
Tal vez la que obnubiló a Saborido...
1 comment:
Muy bueno!!
Felicitaciones Luigi!
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